En ella podremos contemplar un conjunto de construcciones típicas de los S. XVI y XVII, las Casas Entramadas, en cuyas fachadas se encuentran las tradiconales solanas retranqueadas o voladas.
Esta calle recuerda la importancia de la morera y los gusanos de seda tiempos atras, todo ello acompañado por las especies florales que adornan los balcones y soladas de las colgadas de Candeleda. Estas casas gozan de singuralidad y una estado de conservación ejemplar.
En fiestas, esta calle junto a otras tipicas del centro, se llenan del folklore popular candeledano. Todo ello, junto con su decoración tradional, viste una calle rica en cultura y unas vistas merecidas de ser observadas.