Nuestro vecino Panti, como todos le conocemos, dado que por motivos de salud, se encuentra un poco limitado en el contacto directo con las personas, nos ha pedido que demos un espacio a esta carta, en la que desea trasladar un sentido agradecimiento a todos nosotros.
Desde el ayuntamiento de Candeleda y en nombre de todos los vecinos, queremos trasladarte nuestro ánimo y deseo de pronta recuperación.
CARTA:
Gracias Carlos Montesino por el tiempo y apoyo que me brindas para hacer que esta carta llegue a todos y cada uno de los vecinos de mi pueblo Candeleda y alrededores.
Les quiero contar una historia…
Todo empezó con un cáncer que tuve con treinta y cinco años, en el que me daban 6 meses de vida, si no respondía a la quimioterapia, tratamiento que me hizo crecer el corazón y con el paso del tiempo me provocaría lo que hasta ahora era un futuro trasplante de corazón.
Estos últimos meses han sido muy duros para mí y mi familia esperando el donante idóneo y lo que aún me queda por recorrer. ¡Que también sé, que a partir de ahora, será mejor!
Quiero agradecer a los cientos y cientos de mensajes y llamadas que recibí dándome apoyo y muestras de cariño, que fueron muchísimas, esto supuso en mí algo tan pequeño como sacarme una sonrisa en un día difícil o tan grande como un apoyo enorme en este período de tiempo interminable de 17 meses, que aunque parecía difícil, llegó y llegó lo más grande!!!
Ha sido increíble de qué manera todos los vecinos y amigos se han volcado conmigo, nunca imaginé ser merecedor de tanto cariño.
De momento no debo tener contacto directo con nadie, debo cuidar mi vida social, porque aquí el que más tiene que perder soy yo. Que me perdonen, pero tengo cero defensas, ya que me hacen atacar cualquier cuerpo extraño y es el motivo para no rechazar MI NUEVO CORAZÓN.
Es por todo esto que me quiero despedir con la satisfacción del deber cumplido de agradecer a todos.
Agradecer también a esos donantes anónimos, porque sin ellos no sería posible este “milagro”, y es bonito pensar que después de morir se pueden SALVAR VIDAS.
Y por supuesto agradecer a familia y amigos que siempre supieron estar ahí en cada momento.
Y a los de casa porque sé que fue duro.
Recibid todos un cordial saludo de este eternamente agradecido a esa persona anónima, que gracias a su solidaridad ¡ME SALVÓ LA VIDA!
Fdo:
PANTI.